En México, tenemos la tradición de dedicar un altar a los muertos donde colocamos objetos que nos los recuerden, así como se les ofrece su comida y bebida favorita, en el marco de la tradición se cree que ellos visitan los hogares y consumen los alimentos que se les ofrecen.
Mientras tanto los vivos tenemos la oportunidad de recordarlos y en algunos casos se abren viejas heridas y en otras se alegra el corazón, nosotros podemos seguir el consejo de Hellinger y aprovechar esta tradición para solicitarles bendiciones y fuerza.
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