jueves, 5 de diciembre de 2013

El abrazo

Hace poco reflexioné acerca de: ¿Qué sucede en un abrazo? ¿Qué le antecede? Es decir, alguien extiende los brazos. Frente a él se encuentra alguien a quien ama. Tal vez esa persona también extiende los brazos. Luego avanzan el uno hacia el otro y se abrazan estrechamente. Una sensación maravillosa, una unión íntima.



¿Pero cuánto tiempo lo aguantan? Después de cierto tiempo deben separarse. Entonces se alejan un poco. ¿Qué puede hacerse ahora? Uno deja los brazos extendidos y detrás del otro mira a algo más grande. Su familia, por ejemplo, su destino y la vida como un Todo, por supuesto. Abrazamos todo al mismo tiempo.

Luego volvemos a mirarnos, nos acercamos, pero nos detenemos a cierta distancia. Pero mantenemos la mirada. Entonces vemos al otro en un campo más grande. También a nosotros nos experimentamos en un campo más grande. Recién entonces esta relación es segura y grande.


Esa es la otra mirada, no sólo la segunda mirada. Es la mirada amplia. Recién entonces estamos plenos.



¿Cómo se cambia el destino hacia algo mejor? ¿Cómo nos liberamos de la implicación con un destino difícil? Dándoles un lugar en nuestra alma a esos muertos. Nos sintonizamos con ellos. Registramos su vibración y vibramos juntos. Así logramos, desde la mayor plenitud, la fuerza para una relación nueva.


Meditación: Vibrar juntos

Ahora haremos un pequeño ejercicio, una meditación. Pueden cerrar los ojos, si quieren. Van hacia el interior de ustedes y escuchan un sonido. El sonido de ustedes. Permiten que vibre por cada célula del cuerpo. Esa vibración no surgió en nosotros. Proviene de otro lugar. Es un vibrar junto con algo más grande. Con el mundo, con la Vida. Mientras nos percibimos así en esta vibración, nos vemos frente a la persona que más amamos. Nos exponemos a su vibración. 

También él vibra de una manera especial. También él vibra con algo más grande. Ahora permitimos a las dos vibraciones que se sintonicen: mi vibración y la vibración de la otra persona. Y esperamos. De repente ambos vibramos en sintonía con algo grande y nos experimentamos de una manera nueva, diferente. Esa vibración tiene futuro.

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Eso por supuesto tiene consecuencias importantes también en otro aspecto. Es realmente un pensamiento maravilloso, esa sintonía. Cuando trabajo con parejas en realidad se trata de ayudar para que vuelvan a vibrar juntos. Eso por supuesto presupone algo: que al comienzo vibro junto con ellos y que también ellos vibren conmigo. Si por ejemplo voy al mercado y allí veo una manzana llamativa y voy y la tomo en mis manos diciendo: “Quiero esa”: ¿de esa manera estoy sintonizado con la manzana? ¿Y luego me va a gustar? ¿Me hará bien? ¿Vibro yo con ella, y puede ella vibrar conmigo?

Nos necesitamos mutuamente

¿Quién de los dos miembros de una pareja necesita menos al otro? Esa es una pregunta importante. La mejor manera para que la relación de pareja se logre es que ambos se necesiten mutuamente. Ciertamente eso contradice la idea moderna de autonomía y de “Cada uno arma su propia vida y también sabe cómo hacerlo”, pero somos seres humanos porque necesitamos a alguien. Sólo somos seres humanos en la medida que necesitamos a alguien – y lo admitimos. Ahí termina la libertad, y la felicidad comienza.

La comunidad de destino


Quiero decir algo general acerca de la relación de pareja. La relación de pareja es el comienzo de una nueva familia. Nos criamos en una familia, salimos de esa familia y fundamos una nueva familia. En la nueva familia continuamos lo que experimentamos y vivenciamos en nuestra familia. Solamente podemos vivir en una familia. Toda familia comienza con el amor del hombre y la mujer. 
Ese es el comienzo de la familia. De ese amor crece la familia en los hijos. Pero los padres y la pareja provienen de familias diferentes y vienen de otras tradiciones. Así como el hombre y la mujer son diferentes y deben encontrarse como diferentes, para lograr la relación también deben encontrar y entenderse las familias diferentes. Es decir que en la nueva familia se procrean  las dos familias de los padres. Toda familia es una comunidad de destinos. ¿Qué significa destino aquí? ¿Qué es lo que en una familia actúa de manera especial como destino? Los muertos. Sobre todo los muertos excluidos, los muertos rechazados. Ellos actúan como destino para los próximos, para los que les siguen.

Bert Hellinger / Ayuda para vida actual

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